Templo de los Mascarones, Kohunlich, Quintana Roo

En 1973, el director de la escuela de restauración del INAH me encomendó la tarea de rescatar los mascarones de esta zona arqueológica en Quintana Roo. El motivo: el material con el que fueron consolidados los mascarones, aunado con la humedad del lugar, estaba causando un microclima en la estructura y no tenía una buena transpiración. El resultado: los materiales utilizados sellaron el poro y los colores tenían aconchamientos. Mi trabajo fue supervisar todos los trabajos de rescate, concientizar al personal y trabajadores de la zona en la importancia de esta zona arqueológica y las técnicas óptimas de rescate. Consolidar los aconchamientos con un material permeable, no orgánico para evitar la proliferación de hongos, y eliminar la intervención anterior en lo posible para que este tesoro se conservara para futuras generaciones.